Historia de Sarah Capeles Frodelly
Al crecer, siempre creí que mis padres me abandonaron, especialmente mi madre. La mayor de cuatro, a la edad de tres años y medio, mi padre me llevó a la casa de mis abuelos “solo por el día”. La tarde vino y se fue, y la noche llegó. Le pregunté a mi abuela cuando mi papá vendría por mí. Me acostó tranquilamente y me dijo que volvería a buscarme por la mañana.
Muchas mañanas también vinieron y se fueron, y mi padre nunca regreso por mí. Pero la persona a quien más yo extrañaba era mi madre. ¿Ella se olvidó de mí? ¡Oh, cómo lloré por las noches por ella! No sabía que mis padres se divorciaron. Como resultado, me llevaron a la casa de mis abuelos, no solo separándome de ambos, sino también de mis hermanos.