Héroes

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Editorial por Terry Forde, presidente y CEO, Adventist HealthCare

Mis primeros héroes no eran personajes de la televisión o de revistas de cuentos. Fueron los personajes de la Biblia —David, Daniel, Ester, los tres jovencitos que fueron echados al horno encendido: Ananías, Azarías y Misael.

Me encantaban sus historias y la razón de las mismas. Me parecía que no había nada a lo que tuviesen miedo. En el ambiente actual, no puedo dejar de pensar en ellos.

Una de las razones por las que las escrituras han sido una fuente de solaz y ánimo para tantas generaciones es debido a esas historias que todavía recuerdo claramente. Esas experiencias y situaciones a las que hicieron frente y vivieron para contarlo. En pasaje tras pasaje no únicamente los encontramos expresando sus esperanzas —están informando lo que han aprendido de sus experiencias. Sus convicciones fueron el resultado de la confirmación de su fe que fue puesta a prueba y resultó tener una buena base.

Cuando Josué proclama «mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas» (Josué 1;9), está expresando la experiencia de su vida.

Cuando Moisés señala que «Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará» (Deuteronomio 31:16), está describiendo al compañero en quien siempre ha confiado.

Cuando David anuncia que «Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré?» (Salmo 27:1), se está identificando con esa constante fuente de fortaleza.

Cuando Pedro nos consuela y nos anima a «echar toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros» (1 Pedro 5:7), está describiendo cómo ha aprendido a depender de Dios y de su protección.

Cuando Isaías entona las palabras proféticas que dicen «no temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia» (Isaías 41:10), sus palabras tienen el tono de la experiencia y convicción por el futuro.

Cuando Mardoqueo proclama «¿quién sabe si para esta hora has llegado al reino?» (Ester 4:14) no únicamente está hablando de su tiempo, sino que nos llama a ser valientes en cualquier clase de dificultad y momentos críticos que nos encontremos.

Tengo una lista nueva de héroes en mente esta semana. Héroes a lo que quiero agradecer por su disposición a vivir sus valores al tomar la responsabilidad de hacer frente a la crisis del coronavirus que está sobre nosotros. Gracias a los médicos y empleados que están trabajando de día y noche para prepararse para lo peor y esperar lo mejor. Gracias a quienes siguen llenando estantes de material y a las cajeras en las tiendas de comestibles. Gracias a quienes siguen operando las estaciones de gasolina. A los maestros que están tratando de enseñar en línea. A quienes trabajan tiempo extra para mantener los lugares públicos que compartimos seguros. A la policía, los bomberos, los EMTs. A los voluntarios que llevan comida a los ancianos. A todos los que están albergándose en su hogar, manteniéndose a salvo, haciendo lo que se requiera para estar alejados de ese enemigo invisible.

¡Gracias! A cada uno de ustedes. Quizá las palabras de uno de mis héroes favoritos te ayuden a recordar que no estás solo —las palabras de Moisés, conforme animaba a su pueblo a hacer frente a lo desconocido, diciéndoles que «Jehová vuestro Dios, él es el que pelea por vosotros» (Deuteronomio 3:22).

Que podamos encontrar fortaleza suficiente para ser héroes en estos tiempos tan inciertos.